El encuentro de Alberto Cedrón con Portugal fue de paz y prosperidad. Desde el principio, cuando llega por invitación de autoridades portuguesas Dr. Manuel Torres Couto y Dra. María Antonieta Siqueira, encuentra el país recién ingresado en la CEE y con gran apertura a lo nuevo. Realiza sus primeras exposiciones en Oporto y Lisboa para expandirlas posteriormente a otros lugares del país, así como varias en Alemania y Brasil. En la Isla de la Madera, por intermedio de la exposición que realiza en el Casino Hotel, diseñado por Oscar Niemayer, y a partir de una carta de recomendación del agregado cultural de la Embajada de Argentina en Lisboa, se da el encuentro con la Fundación Berardo y su presidente el Comendador Joe Berardo. Su relación laboral con la Fundación se extendió, a partir de entonces, a un total de 10 años, 3 conjuntos murales que suman 450m2 así como adquisición de pinturas, dibujos y esculturas.

Instalado en un estudio que cuenta con una hermosa terraza con vistas al mar, en Lisboa, Alberto Cedrón inicia su larga estadía en Portugal. Los bocetos, las maquetas, los proyectos y la anticipación llenan sus horas. La fundación Joao Berardo le encarga un ambicioso y trascendente proyecto, construir 450 m2 de murales de cerámicas que recorran la Historia de Portugal, los devenires de Los portugueses en Japón y la legendaria Historia del Vino portugués para el Jardim Tropical Monte Palace. Rodeado de pinceles y botes de pintura traza dibujos, crea escenas, compone secuencias. Febril y entusiasta va plasmando su imaginación y acomodando sus referencias. Comprometido con los más mínimos detalles de la obra, viaja a Sunchal, Madeira y supervisa y realiza todos los trabajos. Es diseñador para las maquetas, alfarero para las cerámicas, artista plástico para las creaciones. Recordando las enseñanzas de su padre alfarero, controla y supervisa el horno, la temperatura, el tiempo de cocción y mete literalmente mano en todo, al estilo Cedrón. Con la importante colaboración de quien sería su compañera durante los últimos 18 años de su vida, Néia Cunegatto, logra un realización trascendente y maravillosa. Son cientos los videos y fotografías de su obra que circulan por la web. Admirado y valorado.